El Sporting aguantó hasta donde pudo (5-2)

El Rayo Alcobendas es, hoy por hoy, superior al Sporting pero las circunstancias le pusieron en bandeja el partido. Solo doce jugadores disponibles de inicio para Pruden y dos lesionados más durante el partido. Contra esto opusieron los amarillos mucha garra, buen juego en algunos momentos y la obligación de no rendirse pasara lo que pasara en el marcador.
Aunque el Sporting contó con la primera ocasión clara en una contra llevada por Beloqui, que mandó el balón a escasos centímetros del palo, era el Rayo el que dominaba y el que disfrutaría de varias posibilidades para adelantarse en el marcador. Lo consiguió en un dudoso penalti cuya ejecución entró tras tocar los dos palos. No bajaron los brazos los amarillos y un gran disparo de Mateo se estrelló en el palo derecho del meta local para que un batallador Marcos atrapara el rechace y consiguiera empatar el encuentro. Con este resultado se llegaría al descanso.
Admirable la disposición de los de Pruden para luchar por el partido, incluso cuando nada más reanudarse el encuentro recibían un gol en frío tras un disparo lejano. Las lesiones de Bonano primero y Dani después (aguantó en el campo hasta el final para no dejar a sus compañeros en inferioridad numérica) mermaron la capacidad defensiva pero no la moral. Rivero se doctoró con paradas extraordinarias (esto viene siendo normal en los últimos partidos) aunque tuvo que recoger por dos veces el balón de sus redes. Mientras, la gran pelea de Marcos en la presión volvía a dar sus frutos y conseguía acortar distancias tras una extraordinaria jugada de Mateo paralela a la línea de fondo. En los últimos minutos conseguían los locales su quinto gol.
Como se hace pocas veces, además del esfuerzo y deportividad de nuestros jugadores, debe destacarse la del rival, que no tuvo culpa alguna en las lesiones, y también el buen hacer del árbitro (ninguna tarjeta en todo el partido). Todo ello contribuye a mejorar el mal sabor de boca que pudieran dejar la derrota y las lesiones.